El festival más importante del país celebrará su sexta edición los próximos 29, 30 y 31 de marzo de 2019 en el Hipódromo de San Isidro. Lollapalooza se instaló rápido y no tardó en volverse vanguardia ofreciendo algo distinto a todos los demás: su valor no sólo está en la música que presenta su extenso y variado lineup, sino en el color y libertad para expresarse que se percibe en quienes asisten. Los diversos artistas que brinda el festival hacen que dentro del Hipódromo de San Isidro converjan distintas generaciones y se atraviese todas las edades, como los rockers fanáticos de las bandas más clásicas; los millenials que se ven atraídos por los nuevos sonidos emergentes, y los centennials, dueños indiscutidos de la variedad de estilos y gustos. Según estudios, los centennials son menos idealistas, más pragmáticos, más realistas y menos reservados. Ese último punto es central: más que falta de reserva, tienen amor por la exposición. De ahí que estén permanentemente con el celular, haciéndose selfies y subiendo stories para sus redes sociales. Y nada mejor que un lugar como el Lollapalooza para lucirse. Les gusta contar que estuvieron ahí, les gusta que vean sus estilos tan personales. Esta apertura mental en cuanto a las tendencias y preferencias estéticas es lo que define al festival. Desde el estilo más clásico de los mayores, pasando por lo shorts, polleras, bermudas, musculosas hasta algunos disfraces se hacen presentes en la escena y conviven sin problemas. El glitter tomó gran relevancia en la última edición de Lollapalooza. Estos brillos de colores que se utilizan en el rostro no son maquillaje, sino otra manera creativa de expresarse y de mostrar su personalidad. Las reglas en cuanto a la vestimenta prácticamente no existen, la libertad plena en el dress code es el factor clave de la jornada. Cada uno es soberano de su propio look y cualquier idea es bien vista y aceptada por toda la comunidad del festival, lo que hace que año tras año la cantidad de concurrentes aumente y les permita disfrutar de una experiencia única. Sobran razones para que fanáticos de la música, el arte y la gastronomía de todas las edades y gustos se unan una vez por año para celebrar la pasión que los representa. Ya sea para disfrutar de los shows, de las puestas del sol o de la más distinguida oferta gastronómica, el público de Lollapalooza es fiel y siempre apuesta a más cada vez que salen a la venta las entradas y sin saber el lineup, agotan las primeras etapas de preventa en cuestión de horas. Habiendo agotado los Early Bird, la Preventa 1, Preventa 2 y Preventa 3, el festival más esperado anunció recientemente que quedan los últimos tickets disponibles de Preventa 4 antes de pasar a Precio Final, la última etapa de ventas.