Los nervios de Liam Payne
Estuvo con una modelo y no supo qué decir.
Estuvo unos minutos con Rosie Huntintong y se puso tan incómodo que no supo que decirle por lo que se quedó callado sin decir una palabra.
Liam quedó como estatua cuando tuvo que posar junto a Rosie para la revista Glamour. Tan nervioso se puso, que cuando él y los chicos empezaron a trabajar en la sesión de fotos, quería quedarse a solas con ella.
Por eso, contó en una entrevista “Hubo un momento en que nos quedamos ella y yo, y yo estaba como: `uh mierda!'. Me preguntó de dónde era y yo: `Um... Wolverhampton´, y después ya no se me ocurrió qué decir, así que terminé ahí parado mirando a cualquier lado”, dijo bastante avergonzado.