El mal genio de Alejandro Sanz en el estudio
El español admitió que la relación con sus músicos tiene un lado oscuro.
Aunque el artista demuestra en sus conciertos que tiene un contacto muy fluido y bueno con la banda, confesó que su obsesión por la perfección a veces lo lleva a perder la calma en el estudio de grabación.Ale dijo en una entrevista: "Ahí las relaciones con los músicos no son tan lindas como en el escenario. Yo soy el mismo siempre, esté en un lugar o en otro, pero obviamente el ritmo de trabajo en la composición y producción de las canciones es mucho más fuerte y exigente. Soy bastante impulsivo e intenso, y eso hace que tienda muchas veces a enojarme, pero es una relación lógica de trabajo", contó entre risas.Pero el intérprete no solo muestra todo su carácter en la intimidad o con quien trabaja, ya que en los temas de su último disco "La música no se toca", critica bastante a la industria discográfica y, sobre todo, a los cambios que se realizaron en la forma en la que el público consume música hoy en día.