Rihanna no hace caso
A pesar de la advertencia de sus médicos planea alta fiesta.
La de Barbados quiere revivir el desenfreno de su último verano y, por eso, organiza un crucero con su novio, Chris Brown.Un amigo de Rihanna contó que ella avisó a la tripulación de la embarcación "Latitude" que se preparen para la fiesta del siglo. Además, dijo que la diva pidió que por favor instalaran una barra de stripper. Según se pudo saber, será una fiesta de 24 horas y los miembros de la tripulación dormirán por turnos.Por eso, los doctores que la trataron por su laringitis pusieron el grito en el cielo, por los daños que pueda provocarle tanto descontrol.