No miren a Katy Perry
La cantante en sus giras tiene una gran lista de exigencias pero ahora tiene una muy llamativa.
La californiana se está convirtiendo en una diva excéntrica, cómo toda estrella internacional, sus pedidos son a veces exigentes o raros pero ahora, Katy dio un paso más allá.Los choferes que se ocupan de los traslados no pueden hablarle, pedirle fotos ni autógrafos y menos que menos, mirarla por el espejito retrovisor ya que corren riesgo de perder su trabajo.