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Katy Perry se puso furiosa con el personal de seguridad del aeropuerto tras aterrizar en Escocia.La estrella estaba extenuada tras aterrizar en el aeropuerto de Glasgow, tras un vuelo con tres conexiones de 26 horas desde Australia, y perdió la compostura cuando la seguridad aeroportuaria insistió en registrarle las cinco maletas.Ella misma cuenta: "Lo juro, nunca me he sentido tan impotente como esa vez. Esa gente odia sus vidas y nos odia a todos nosotros también, seguro. En el último vuelo, la tercera vez que pasaba por lo mismo, perdí los nervios con el personal de seguridad".Y ella misma admite que su agenda de gira es tan extenuante que rara vez abandona los hoteles en los que se hospeda para darse una vuelta por las ciudades que visita.Y ella misma añade, "Siempre estoy tan cansada... No suelo salir ningún día por eso. Todo lo que quiero es ducharme y meterme en la cama."