Quilmes Rock 2009
Iron Maiden cerró la noche del sábado en Argentina la segunda jornada del Quilmes Rock 2009.
Iron Maiden cerró la noche del sábado en Argentina la segunda jornada del Quilmes Rock 2009, con un impactante show de heavy metal, luces y fuegos artificiales en el estadio de Vélez Sarsfield, sólo empañado por algunos incidentes en las puertas de acceso. Corridas y empujones entre policías y público que pugnaba por ingresar, pusieron la nota desagradable en una jornada en la que la "Dama de Hierro" deleitó a cerca de 40 mil espectadores, con una actuación impecable adornada con una decoración alusiva al antiguo Egipto, con sarcófagos y jeroglíficos incluidos. El show dio comienzo extremadamente puntual, a las 21, cuando unas cinco mil personas aún no habían accedido al estadio por demoras en la organización del ingreso, lo que provocó que algunos exaltados derribaran vallas y deban ser contenidos a golpes y empujones por la guardia de infantería y efectivos a caballo. En el interior del estadio, la otra cara de la moneda fue el profesionalismo del grupo inglés fundado en 1974 por el bajista Steve Harris, que de este modo cumplió en Buenos Aires una nueva etapa de su gira internacional "Somewhere Back in Time World Tour 2009". El grupo estuvo, como siempre, liderado por Harris, quien desde el bajo soporta todo el peso rítmico de la banda. El show arrancó con una electrizante versión de "Aces High" y no decayó en la intensidad de su música durante las casi dos horas que duró la presentación. Fue precisamente Harris quien creó la banda con apenas 17 años de edad, inspirándose pare el nombre en un objeto de tortura utilizado en el filme "El hombre de la máscara de hierro", una especie de ataúd con clavos en su interior denominado, precisamente, "Dama de Hierro". Bruce Dickinson, con una inhabitual gorra en su cabeza, volvió a hacer gala de su histrionismo y de una voz aguda pero que no pierde masculinidad, y que no decae en potencia pese a la edad y al desgaste de su dilatada carrera de más de 30 años sobre los escenarios. Esta vez el cantante nacido en Nottinghamshire no sufrió percances políticos. Su bandera inglesa agitada al viento en "The Trooper" ("El soldado"), no fue abucheada como en 2001, en la primera presentación de la banda en Buenos Aires. Esta vez nadie asoció a un grupo inglés con Malvinas. Todo fue delirio y devoción. Las guitarras de Adrian Smith, Janick Gers y Dave Murray -este último es el único que junto a Harris ha tocado en todos los álbumes-, junto a la batería de Nicko McBrain -el más ovacionado por los fans-, completaron el escenario. Clásicos de diferentes épocas como "Fear of the Dark", "Hallowed be thy Name", "Wicker Man", "Two Minutes to Midnight", "Sanctuary", "Dance of Death" y "Run to the Hills", entre otros, se sucedieron a lo largo de la noche. Hablando en inglés, Dickinson prometió al público que el grupo volverá a la Argentina en 2011, ya que en 2010 se encerrará a grabar un nuevo álbum de estudio y un DVD en el que, dijo, se incluirán imágenes del show de Buenos Aires. Como siempre ocurre en las actuaciones de Maiden, el final llegó de la mano del gigantesco monstruo Eddie -el verdadero, traído esta vez especialmente-, que apareció desde detrás del escenario, echando chispas por los ojos. Luego llegaron los tres bises del cierre, que incluyeron la esperada "The Number of the Beast", con un enorme demonio surgiendo de las entrañas del escenario junto a enormes lenguas de fuego. La segunda jornada del Quilmes Rock contó además con la presentación del grupo brasileño Sepultura, ya sin sus históricos integrantes, pero con el mismo sólido sonido que los transformó en los 90 en la máxima expresión del trash metal. Como teloneros de la jornada, que había comenzado a las 17, también estuvieron en Vélez Lauren Harris Band, de una performance que no llamó la atención. Quienes sí estuvieron a la altura de las circunstancias fueron los argentinos de O'Connor y Horcas que hicieron delirar a los miles de fanáticos. El Quilmes Rock continuara el sábado con un show de Los Piojos -que harán temas de su disco "Civilización"-, Divididos, Los Cafres, Kapanga y Fidel, en el estadio de River. El cierre del festival será el domingo 5 de abril con el grupo Kiss, que celebrará sus 35 años de trayectoria, junto a los argentinos Ratones Paranoicos y Massacre, y los mexicanos de Molotov.